Laboratorio Rural
Liderando procesos de innovación e inclusión
La metodología del Laboratorio se desarrolla en 3 grandes etapas:
1. Creación:
Se inicia con la convocatoria de las mujeres y jóvenes de la comunidad que se encuentren interesados e interesadas en hacer parte del Laboratorio, es importante, contar con personas motivadas y dispuestas a participar. Con el equipo conformado, el primer paso es definir los objetivos e intereses en común, en torno a las problemáticas previamente identificadas, priorizando algunos temas a trabajar, los cuales guiarán las actividades que se realizarán a lo largo de las sesiones. Para ello, realizaremos una lectura participativa del territorio, identificando no sólamente debilidades sino oportunidades de aprovechamiento de recursos o posibles alianzas.
Luego de definir los objetivos del laboratorio y los temas de interés, de manera participativa y horizontal se establecen los acuerdos (ejes y principios) que caracterizan el espacio del laboratorio, cada persona pondrá a disposición las capacidades que considera contribuyen al proyecto y que servirán para repartir algunas responsabilidades. Dentro de esta fase también es clave definir los alcances y las actividades a realizar, de manera colectiva, con el fin de tener
claridad en los recursos necesarios (físicos, de herramienta, humanos, naturales, entre otros) para mantener en funcionamiento el laboratorio.
2. Desarrollo de actividades centrales:
En esta segunda etapa el centro son las actividades de exploración y co-creación de tecnologías e innovaciones. Para ello, se definirán, las herramientas metodológicas que serán usadas en cada una de las sesiones, manteniendo una estructura general (introducción, desarrollo, socialización
de aprendizajes). Como elemento importante de estas sesiones, se formularán preguntas o actividades que permitan aplicar el enfoque de género en cada espacio, generando cuestionamientos alrededor de las innovaciones que se desarrollen y la implicación del género en éstas.
Además, cada actividad propuesta dentro del desarrollo responde a los principios y ejes acordados en la etapa de creación, lo cual permite mantener la identidad y los objetivos del Laboratorio. Durante esta etapa, es posible que sea necesario buscar ayuda de personas en calidad de facilitadores, que compartan conocimientos específicos con el equipo del Laboratorio, para profundizar en los temas en los que los participantes encuentren interés.
3. Socialización y valoración de proceso:
En un proceso de Laboratorio Rural es de gran importancia hacer un proceso de valoración al terminar el proceso, esto permite que los aprendizajes se evidencien y se haga conciencia tanto de los puntos a mantener como por aquellos que deben mejorar. Para ello, desde el inicio del proyecto se tendrán indicadores formulados que se van verificando con el paso de las sesiones,
para finalmente hacer un rastreo de los cambios generados a raíz del proceso. En el Laboratorio, el proceso de valoración y evaluación se realiza de manera participativa, puesto que es muy importante que sea todo el equipo el que encuentre las fortalezas y debilidades en el proceso.
También es de gran importancia la evaluación a nivel individual, el proceso de transformación que tanto facilitadores como participantes tuvieron a lo largo de los meses. Por lo tanto, para esta etapa se diseñarán herramientas de recolección de información que se adapten al contexto y a las personas, con las cuales se sistematiza el Laboratorio Rural. Así mismo, durante esta etapa se
desarrollarán herramientas que permitan hacer seguimiento posterior a la finalización del proyecto, con las cuales se llevará registro de la continuidad del Laboratorio. Durante esta etapa también se realiza la socialización de los resultados a los demás integrantes de la comunidad, con la cual se dan a conocer los productos desarrollados durante el proceso, también se evalúa la incidencia que el Laboratorio tuvo en la comunidad y las oportunidades que se pueden dar a futuro a raíz del proyecto.